(Invitación a una buena praxis)
Por Manuel Pascual
Muchas canciones hablan del amor, de la amistad o de la vida; algunas, no demasiadas, también hablan de la vejez como la balada que un Joan Manuel Serrat joven dedicó a la tercera edad (“Llegar a viejo” (1988) o ” Los viejos amantes” (1967) y la del cantante y poeta hispano argentino Alberto Cortez (+2019) ”La vejez” (1983) o aquella otra que es el objeto de nuestra reflexión, la que compuso Toby Keith para la película MULA (2018), una de las últimas del actor y director de cine Clint Eastwood (31/5/1930), 92 años, titulada Don´t Let the Old Man In (No dejes entrar al viejo). Todas ellas son canciones de vida, canciones de amor, canciones de amistad. Canciones que también pueden contribuir a que, cada mañana, no dejes entrar al viejo.
“NO DEJES ENTRAR AL VIEJO….” es una canción que contiene una filosofía vital muy recomendable para los mayores. Su filosofía encierra este mensaje: “Cuando me levanto todos los días no dejo entrar al viejo. Nunca dejo que el viejo entre en casa. He tenido que sacarlo a rastras, porque el tipo ya estaba cómodamente instalado, dándome el coñazo a todas horas, sin dejarme espacio para otra cosa que no fuera la nostalgia. Hay que mantenerse activo, vivo, feliz, fuerte, capaz. Está en nosotros, en nuestra inteligencia, actitud y mentalidad.”
Impedir la entrada “al viejo” significa evitar “sentirse viejo”, “hacer cosas de viejo” y su filosofía nos invita a que nos movamos, a que tengamos objetivos, a que cumplamos diariamente determinadas rutinas, a que cuidemos la alimentación, a que hagamos ejercicio y a que no perdamos de vista que son muchas las cosas que nos quedan por hacer. Cada cual podría establecer su propia lista.
El “viejo-viejo” es el que ya no hace nada. No tiene ilusiones ni proyectos. Solo tiene quejas y hastío de la vida, no espera ya nada, cree que ya lo ha vivido todo y está “esperando su turno”. Ese viejo es el peligroso, el que llama a la puerta y quiere entrar. A ese viejo es al que hay que impedirle el paso porque es un auténtico negacionista, pesimista y un aguafiestas. Nada tiene que ver con ese viejo que todavía se siente joven, que sus años no los marcan la carne sino el espíritu, ese viejo que juega con sus nietos y se deja oler y tocar. Ese viejo que no esconde lo que es, que no engaña y que deja que la vida fluya, fluya y fluya hasta el final de sus días.
Aprende a no dejar “entrar al viejo” y mete Vida a los años y no años a la Vida. O como recomienda Mafalda (Quino): “¿Qué importan los años? Lo que realmente importa es comprobar que, al fin de cuentas, la mejor edad es estar vivos.
Clint Eastwood a partir de los 60 años fue nominado seis veces a los premios Oscar de la Academia de Hollywood, consiguiendo tres. Todo un ejemplo de tenacidad. Quedémonos con la respuesta que le dio el actor al cantante Toby Keith cuando le preguntó que cual era su secreto para seguir activo y brillante a su edad:
“Cuando me levanto todos los días, no dejo entrar al viejo. Mi secreto es el mismo desde 1959: mantenerme ocupado.” Sabia y estimulante respuesta.